Santiago de Estero se proyecta desde lo más remoto de nuestro pasado histórico como un cofre que guarda las puras esencias del alma tradicional argentina. Una inmensa llanura enclavada en el centro del mediterráneo del viejo país confiere notable uniformidad al relieve, y hace de estatierra un verdadero corredor interpuesto entre el litoral y el norte en una mole geográfica, cuya valoración trasciendesus linderos territoriales."Por mucho mayor que sea cuantitativamente la importancia de esas dos regiones -ha escrito Bernardo Canal Feijóo- no podrá dejar de ser relativa, mientras éstas no pueden prescindir de Santiago; y el problema consiste, precisamente en que, por sus masas y su ubicación, Santiago es para esas dos regiones imprescindible o inevitable".Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria (ANAV