Capítulo 12.¿Por qué investigar el amor cuando hay cuestiones que afectan a la vida de las mujeres y
que son “aparentemente” más urgentes, como las migraciones o las políticas respecto al empleo,
la dependencia o la protección social? ¿Qué puede aportar este estudio a un análisis feminista y
antropológico de la reproducción y cambio de los sistemas de género en el que está
comprometida la antropología feminista actual? ¿Cómo puede contribuir esta reflexión a un
análisis teórico y etnográfico que pretende ser local y específico pero global a un mismo tiempo?
Nuestra intención con este artículo no es responder en profundidad a todas esas preguntas,
máxime teniendo en cuenta que estamos aún al comienzo del proceso, pero sí avanzar algunas
ideas y reflexiones a modo de propuesta de análisis. Partimos de la convicción de que, a pesar de que el amor, como ideología cultural pero
también como configurador de prácticas sociales e individuales, es parte intrínseca del proceso de
construcción de las relaciones de género, es un aspecto de la vida de las mujeres
insuficientemente analizado en los estudios feministas. Por ello, nuestro propósito con este
estudio es contribuir a cubrir dicha carencia, ya que el amor es un ámbito de reflexión e
investigación que en general ha sido analizado sobre todo desde la psicología, y cuando ha sido
abordado en otras disciplinas lo ha sido en el contexto de otros campos de estudio (familia,
sexualidad...). Sin embargo, creemos que tiene un papel fundamental en el mantenimiento y
perpetuación de la subordinación social de las mujeres y que, además, puede tener una
importancia directa y crucial para aportar puntos de vista alternativos en temáticas de mucha
actualidad como, por ejemplo, la violencia contra las mujeres. Porque el amor al que nos vamos a
referir es el que podríamos denominar amor sexual, lo que otros llaman también amor romántico
o pasional; es decir, una de las formas del amor que conlleva la presencia del deseo sexual y que
se percibe singular y distintivo respecto de otras formas amorosas, sea por la intimidad que
produce, el compromiso al que puede remitir o las percepciones que genera.El proyecto de investigación llevado a cabo por las autoras de esta comunicación se titula “Amor, salud y desigualdad:
identidades de género y prácticas de mujeres”, y está subvencionado por el Programa Sectorial I+D 2004 del Instituto de la Mujer (Resolución 30-XII-2004, nº expediente 102)