A group of 9 Associations for the Administration of Rural Aqueducts (ASADAS) located in the Northern Pacific region of Costa Rica were selected to evaluate their management and document the strategies they implemented during the drought of 2014-2016. Five basic management components were evaluated: administrative and financial, commercial, communal, water resources, and management of water systems, to determine if management was adequate to provide safe water to the communities. In addition, the quality of drinking water of each ASADA was analyzed, using Level 1 of the Regulation for Quality of Drinking Water (38924-S) as a criterion. One of the ASADAS studied had a high level of management capability; 3 had a low level of management capability, and 5 had weak management. The presence of fecal coliforms and E. coli was detected during the rainy season in 2 ASADAS. Only 3 of the 9 ASADAS analyzed met the optimal ranges for free residual chlorine, which endangers the quality of the water supplied to the population. It is concluded that the ASADAS evaluated are highly fragile when confronted by a hydrometeorological event, due to the age of systems, lack of maintenance, and the limited capacity of their storage tanks, which increases risk during extreme events (droughts and floods). In addition, the ASADAS evaluated had mostly low or weak management capabilities; consequently, the water that is distributed to communities could affect water security of the communities that they serve, since this water is not always available when needed and does not comply with some of the basic parameters of potability.Se seleccionó un grupo de 9 Asociaciones Administradoras de Acueductos Rurales (ASADAS) ubicadas en el Pacífico Norte de Costa Rica, con el propósito de evaluar su gestión y conocer las estrategias implementadas durante el periodo de sequía (2014-2016). Se valoraron 5 componentes básicos de gestión: administrativa y financiera, comercial, comunal, recurso hídrico y gestión de los sistemas de agua, con el fin de determinar si son adecuadas para proveer agua segura a las comunidades. Además, se analizó la calidad del agua potable de cada ASADA, aplicando el nivel 1, según el Reglamento para la Calidad del Agua Potable (38924-S). 1 de las ASADAS estudiadas presentó desarrollo alto en su nivel de gestión; 3, uno bajo, y 5, uno débil. En 2 ASADAS, se detectó la presencia de coliformes fecales y E. coli durante la época lluviosa. Solamente 3 de las 9 ASADAS estudiadas cumplieron con los rangos óptimos de cloro libre residual, lo cual compromete la calidad del agua con la que se abastece a la población. Se concluye que la fragilidad de las ASADAS evaluadas ante un evento hidrometeorológico es alta, debido a la antigüedad de los sistemas, falta de mantenimiento y poca capacidad de sus tanques, lo que incrementa el riesgo durante eventos extremos (sequías e inundaciones). Además, las ASADAS exploradas mostraron, principalmente, una gestión baja o débil; por consiguiente, el agua que se distribuye a las comunidades podría afectar la seguridad hídrica de aquellas abastecidas, debido a que no siempre está disponible cuando se necesita y no cumple con algunos de los parámetros básicos de potabilidad