El estudio historiográfico nos ha permitido descubrir, cómo y porqué las mujeres han sido ignoradas en la prehistoria andaluza como "objeto de conocimiento". Ni la paulatina incorporación de las mujeres como prehistoriadoras, ni la introducción de nuevas perspectivas teóricas en los años 80, han puesto de manifiesto la necesidad de superar los prejuicios androcéntricos existentes en nuestra disciplina, prejuicios que no hacen otra cosa que distorsionar la realidad de las sociedades prehistóricas