Los depósitos del polvorín: recuperación arquitectónica de un recuerdo onubense.

Abstract

Aún era pequeño cuando, con mi padre, iba a pasear por el Muelle embarcadero de Riotinto. Un recuerdo que se me tinta de espanto, pues no eran pocos los huecos que se habrían en el -por aquel entonces- roñoso piso de madera. Este inocente recuerdo esconde una amarga realidad, que aunque poco a poco parece desvanecerse, sigue presente y con frecuencia me viene a la mente al visitar mi ciudad: el abandono y rechazo del patrimonio industrial en Huelva. Las inquietudes, por lo tanto, que me han motivado a realizar este estudio, no parten de conocimientos previos sobre la materia, sino mayormente de una pura y sentida experiencia personal. Los conocimientos concretos los he ido obteniendo con la propia investigación y partiendo del sentimiento como ciudadano onubense hacia mi propia ciudad. Huelva fue y sigue siendo minera. Lo fueron sus gentes por oficio durante tres generaciones, y por cultura y tradición lo seguirán siendo otras cien. También lo fue su ciudad, que en tiempos de los ingleses, dio suelo a cientos de kilómetros de raíles; y también lo sigue siendo hoy, pero a duras penas. Comencé las investigaciones para este trabajo, sabiendo del rechazo y desprecio que las actividades urbanísticas y arquitectónicas realizadas en los últimos años sobre el patrimonio industrial existente, sin conocer aún de la gran cantidad de estructuras e ingenierías que habían desaparecido hasta el momento, todas ellas con un presumible valor arquitectónico. De las construcciones que quedan muchas son aún las que son acechadas por el colapso fruto del abandono, pero hay una que personalmente siempre me ha llamado la atención: Los Depósitos del Polvorín. Oculto a simple vista, las que fueron de las edificaciones más grandes de Huelva, se erigen hoy como muros semiderruidos de un ladrillo teñido de cobre. A su paso por la circunvalación de la H-30, o en su marcha en tren hacia Sevilla, usted y cualquiera podría verlos, imponentes y discretos, pero...¿Por cuánto tiempo? El abandono y migración de las actividades mineras del norte de la provincia de Huelva, por su poca rentabilidad económica en el nuevo siglo, deja tras de sí el abandono de grandes infraestructuras ferroviarias a lo largo de todo su recorrido, desde los puntos de extracción de los minerales en la comarca de Río Tinto, hasta los puertos de salida al extranjero. Estas estructuras y tendidos ferroviarios, hoy decadentes, abandonados, y en su mayoría, en proceso de desmantelación; no son, sino un reflejo muy distinto a lo que supusieron en otra época. Pues han pasado de ser los epicentros e impulsores de la actividad y crecimiento en las ciudades, a elementos de constreñimiento, vacíos y obsolescencia urbana. Esta problemática generada por el antiguo tejido ferroviario presente en la ciudad de Huelva, está muy extendido en ciudades con pasado industrial, y que hoy todas se esfuerzan por solventar. Un ejemplo de reconversión del espacio urbano industrial, es el que se llevó a cabo en Bilbao con el plan Bilbao Ría 2000. Un proceso de regeneración urbana que comenzó en 1992, y con el que se transformó el legado de la industria siderúrgica y naval, en un nuevo frente a la Ría, en el que se integran las antiguas ruinas y estructuras portuarias y productivas, con arquitectura de vanguardia, proyectos de mejora de transporte, urbanismo y medio ambiente. El plan estratégico de la rehabilitación de la villa y los planes de desarrollo urbanístico han convertido la ciudad en modelo de referencia para otros países. El éxito se debe a la regeneración que ha tenido lugar durante los últimos años y a la recuperación de numerosos suelos en zonas decadentes, que han conseguido que la capital de Bizkaia haya renacido de sus cenizas dejando de ser una ciudad gris dedicada a la industria y se haya transformado en una capital cultural digna del siglo XXI. Es evidente que la escala y magnitud de la ciudad de Bilbao, no son comparables con la ciudad de Huelva, como no lo son ni sus preexistencias fabriles ni los proyectos para integrarlas en la ciudad. Pero sí se puede tomar como punto de partida para entender cuáles deberían haber sido las estrategias tomadas para regenerar la antigua área del puerto minero, y cuáles deberían de ser las futuras para el nuevo ensanche. Centrándonos más en el ámbito de estudio de esta investigación, el plan Bilbao Ría 2000 también nos puede arrojar las claves de la recuperación y revalorización de las construcciones y estructuras históricas de Huelva, ya no desde un punto de vista urbanístico, si no proyectual y de trato ‘’personal’’ con el patrimonio. Ya que en Huelva, habitualmente, ha prevalecido una tendencia negacionista y destructora con toda aquella arquitectura que quedaba obsoleta, relegándola al olvido, despreciando de esta forma todo su valor patrimonial y potencial proyectual. Volviendo a los Depósitos del Polvorín, esta tendencia de rechazo parece agudizarse, pues es poca la información que se conserva de ellos en los archivos y pocos los onubenses que saben, ya no de su función o identidad histórica, sino de su mera existencia. Separados de la ciudad por la autopista y por las actuales vías del cercanías, a escasos 75 metros, podrían ser la próxima víctima del crecimiento urbano. Pues si su valor arquitectónico se encuentra ya casi perdido por el degradado estado en el que se encuentran, su valor histórico se ha desvanecido casi por completo. No cuenta con ningún tipo de catalogación por parte local en el PGOU ni tampoco desde Cultura como patrimonio industrial, ni siquiera lo contempla la guía de edificios del Colegio Oficial de Arquitectos de Huelva. El archivo histórico de la fundación Riotinto parece ser la mayor fuente de documentación sobre los depósitos, pero actualmente se encuentra en un proceso de clasificación y agrupación de los documentos. Un proceso que comenzó en 1990, y que debido a la ingente cantidad de archivos que manejan, y el mal estado de conservación de la mayoría, no puede asegurar la posesión de información relevante para este trabajo sobre el tema. También es señalable, que solo los documentos que se encuentran clasificados, se almacenan en el archivo común , encontrándose los demás en diferentes edificios y dependencias, aglutinados en condiciones que no pueden asegurar su correcta preservación. No obstante, es extensa la cantidad de publicaciones y escritos sobre las minas y el paso de los ingleses por Huelva; y desde diversos campos de estudio. Son valiosas fuentes de información libros como: ‘‘Los ferrocarriles en la provincia de Huelva. Un recorrido por el pasado’’ de Emilio Manuel Romero Macias o ‘‘Huelva, una ciudad entre dos ríos. Propuesta de viabilidad para la recuperación del frente fluvial’’ de Verónica López Domínguez. No obstante ninguno de estos libros llega a abarcar el caso de estudio de los depósitos, a penas mencionándolos. El único libro que consigue arrojar más información sobre el tema es ‘‘Historia de la Arquitectura inglesa de la Riotinto Company en Huelva’’, una Tesis para el doctorado en Arquitectura en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Sevilla, escrita por Miguel Gonzalez Vilchez en 1977, año en el que aún existían los depósitos del Polvorín al completo, por lo que se puede tomar como una fuente veraz de datos. En este escrito tampoco se llega a profundizar en esta construcción y la información que ofrece sobre éstos no se extiende más allá de una página, pero si ofrece información más concreta que en otros libros. La historia es memoria y el recuerdo de esta, la identidad de un pueblo. Sí algo se olvida y no quedan pruebas de lo ocurrido, es como si nunca hubiera existido.Universidad de Sevilla. Grado en Fundamentos de la Arquitectur

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