Se analiza la importancia de los cultivos permanentes en predios familiares de los municipios de Fresno, Líbano e Icononzo en el departamento del Tolima (Colombia); principalmente, la relación existente entre el contexto familiar y la economía campesina cafetera. Los hogares fueron clasificados en tres grupos denominados C1 (fincas grandes, n= 20) representando el 41%; C2 (predios medianos, n= 6 familias) siendo el 12% y C3 (fincas pequeñas, n = 23) representando el 47%, con un promedio de 32,2±20,2 ha; 20,5±12,9 ha y 8,9±6,6 ha, respectivamente. La caficultura constituye un modelo productivo a nivel económico y cultural en el que la presencia de pequeños productores ha permitido la distribución amplia del cultivo del café en Colombia y cuya organización tradicional a través de las instituciones cafeteras representa un capital social estratégico. No obstante, la crisis cafetera alertó a los productores sobre el peligro de la dependencia económica de un solo cultivo, tanto por las fluctuaciones de los precios del mercado, como por los riesgos fitosanitarios. Los pequeños caficultores a raíz de la crisis ocasionada por la caída del pacto de cuotas, recurrieron de nuevo al policultivo, en algunos casos con sistemas agroforestales. Esto obligó a una diversificación en las estrategias de supervivencia en el predio campesino