Una de las características más notables de la Ley de la Renta consisteen su deseo ferviente y majadero de dotar a la autoridad tributaria deatribuciones poderosas para fiscalizar la conducta económica de los contribuyentes.En la medida que la legislación le otorgue poderes amplios/casi ¡limitados, al Servicio de Impuestos Internos/ existirá un organismopúblico capaz de materializar la difícil y ardua tarea de verificar por partede los diversos actores económicos el cumplimiento estricto de las obligacionestributarias. Ello representa una tendencia natural y generalizadaen las modificaciones que permanentemente se introducen a este cuerpolegislativo/ precisamente por la finalidad recaudatoria pro fisco que ellapersigue. Recordemos que la piedra angular de sus principios y normasestá esencialmente ligado a controlar que los contribuyentes determinen,declaren y paguen, en forma íntegra y oportuna, sus impuestos por las rentasque han obtenido en un período de tiempo determinado