En nuestros días, la educación está superando las posiciones antitéticas del humanismo y el realismo y se está orientando cada vez más hacia el personalismo. Esta posición se caracteriza por la estimulación de las tendencias espontáneas en el niño en la medida en que son manifestaciones de una forma peculiar de ser. En la esfera filosófica, el término persona implica la perfección; el hombre desarrollado nunca logra alcanzarlo. Entonces se explica el dinamismo de la educación. La educación integral no puede concebirse como un conjunto de educaciones parciales sino como un acercamiento a la persona. Esto nos lleva a considerar la forma típica de comportamiento en cada individuo y a fortalecerlo mediante el cultivo de la originalidad. Para hacer eso, no tendremos que buscar aquellas tareas creativas a través de las cuales el individuo podría revelarse más libremente
