La crisis alimentaria del año 2008 reveló la ineficiencia del actual sistema
agroalimentario para satisfacer, de manera equitativa y sostenible, la demanda de
alimentos a nivel global. Desde entonces, se ha hecho aún más evidente la
necesidad de analizar y debatir las características y los impactos de dicho sistema
en el marco de una creciente presión por los recursos naturales, especialmente
agua y tierra.
En este contexto internacional, la seguridad alimentaria en Bolivia –parcialmente
dependiente del mercado externo de alimentos– está siendo interpelada. Dado que
las políticas agrarias y alimentarias continúan desvinculadas entre sí y los avances
en cuanto a desarrollo rural y agropecuario no parecen ir a la par de una creciente
demanda nacional de alimentos, se ha empezado a debatir esta problemática para
definir cómo nos alimentaremos en los siguientes años. Los importantes desafíos a
futuro convierten a la vinculación entre la tierra, el territorio y la seguridad
alimentaria en una de las temáticas prioritarias de análisis a fin de dar luces sobre
las amenazas y potencialidades de la producción de alimentos y sus repercusiones
en términos sociales, ambientales, económicos y productivos.
Con esto en mente, en la Fundación TIERRA nos hemos propuesto estudiar las
características, los logros y las limitaciones de diversos sectores productivos en
Bolivia, clasificados según su sistema de tenencia de tierra respecto de la
producción de alimentos, su articulación al mercado y su aporte a la seguridad
alimentaria nacional, en la búsqueda de sectores más eficientes en términos de uso
de la tierra y seguridad alimentaria.
El Informe 2012 de investigación que ahora Fundación TIERRA presenta es un
primer esfuerzo investigativo en este sentido. Se trata de seis estudios de caso en
ocho distintas zonas del país que, con sus particularidades, cubren algunas de las
principales situaciones productivas en cuanto a la pequeña propiedad se refiere.
Desde el análisis de los medios de vida, se recoge una diversidad de realidades
sociales, económicas y agro ambientales. Los alcances de estos estudios incluyen
aspectos históricos, geográficos, organizativos y productivos, entre otros y relevan
información útil para la toma de decisiones