Los hallazgos recientes de la elaboración del mezcal parecen indicar que ya formaba parte de la cultura precolombina tlaxcalteca, entre esos hallazgos se encuentran restos arqueológicos de la cerámica y vestigios de los hornos donde se hacia el cocimiento de las piñas del agave, y de estructuras para el machacado, fermentación y destilado del mosto. La destilación con alambiques llegó a América, con los conquistadores españoles. El mezcal fue catalogado como bebida prohibida, por órdenes de la Corona Española su producción fue considerada ilegal. La autorización para el libre consumo del aguardiente se da el 9 de diciembre de 1796 por órdenes del entonces virrey de la Nueva España, Revillagigedo. En los albores del siglo XIX, en el periodo de 1800 a 1804, se autoriza la fabricación de mezcal y el establecimiento de sitios con licencia para la venta del mezcal en la ciudad de Durango, a fin de recabar suficientes impuestos para obras destinadas a diversas funciones públicas. La producción de mezcal en el estado de Durango es una actividad eminentemente artesanal, con algunas adecuaciones técnicas, pero conservando en esencia su forma de producción apegada a los sistemas tradicionales
