Las transformaciones ocurridas desde la década de los 90 en
Cuba imponen nuevos desafíos para el proceso formativo de
los estudiantes en la educación superior; y elevar la calidad
de la formación integral de los profesionales constituye una
de las prioridades de este ministerio, además de perfeccionar
el trabajo político ideológico que deben realizar todos
los profesores de las diferentes asignaturas como un aspecto
fundamental del trabajo educativo.
Con respecto a estos desafíos, Díaz Canel Bermúdez1
expresa: «La educación superior tiene que asumir un papel
cada vez más protagónico en los retos colosales que enfrenta
la humanidad. Para dar continuidad al perfeccionamiento de
este sistema de ense˜nanza en nuestro país, actualmente se
han identificado 2 prioridades del trabajo universitario que
forman un todo orgánico: el fortalecimiento de la labor educativa
de la universidad yEn el trabajo se reflexionó con respecto a los desafíos de la educación superior en
Cuba a partir de los cambios ocurridos en la sociedad desde la década de los 90, así como el
reclamo de elevar la calidad de la formación integral de los profesionales como una de las
prioridades de este ministerio, destacando el papel que desempena el proceso de educación
en valores mediante la integración del trabajo educativo de todos los factores involucrados,
así como el imperativo de buscar vías que permitan la formación de un estudiante comprometido
con el proyecto social cubano. Se propuso como objetivo argumentar la importancia
de la participación de la familia en el fortalecimiento de valores. Se concluyó que la realización
sistemática del concurso «La familia más creativa» en la Universidad, ha permitido una
mejor comunicación entre la escuela y la familia que favorece el fortalecimiento de los valores
humanos