A manera de sombría advertencia, el texto inicia con una frase de León Trotsky: “Tal vez no te interese la guerra pero a la guerra le interesas”. De esta forma, se aborda el expediente de la supervivencia del género humano en su actividad más constante y contradictoria: la guerra. Las conflagraciones y los esfuerzos antibelicistas que se anticipan, son temas cuya recurrencia se transforma en urgente necesidad de conocimiento; porque frente a la amenaza y a la descarnada realidad de la violencia, interesa la paz. La tesis de esta obra puede sintetizarse con las propias palabras del autor: “…nuestro modo de guerrear, refleja nuestro modo de ganar dinero y la manera de combatir con tra la guerra, debe reflejar la manera de librarla.” (p. 18) “La manera en que hagamos frente a esta amenaza de violencia explosiva determinará, en buena medida, el modo en que nuestros hijos vivan o tal vez mueran” (p. 17)