Historia de vida. Wilebalda Rodríguez, maestra por vocación y por temperamento. Jalisco: Siglo XX

Abstract

"Ahora tengo ochenta años, pero quisiera tener veinte para entregarme denuevo a la noble labor de enseñar. Mi satisfacción más grande es la de contar entre mis exalumnos una gran cantidad de profesionistas; profesores,abogados, médicos, enfermeras, oficiales del ejército, industriales, artesanos, y muchas, muchas muy honorables madres de familia, sin faltarme la penade que algunos de mis alumnos perdieronel camino".\ua0A mediados de enero de 1922, se presentó en las puertas de la Escuela Normal para Señoritas en Guadalajara una joven rubia de alrededor de 25 años.Su cabello trenzado, “falda larga hasta el huesito y chal”, reflejaban suorigen campesino. Era Wilebalda Rodríguez Jiménez, una mujer que desdehacía más de diez años enseñaba a leer y a escribir a niños de Mexticacán, su pueblo natal, situado al noreste de Guadalajara, en Los Altos de Jalisco.Con el fin de obtener mayores logros en la empresa a la que había elegido dedicarse, Wilebalda había ahorrado “trescientos cincuenta pesos en oro” para estudiar la carrera de normalista pues, como diría años después, “maestra es la que enseña y profesora es la que tiene un título y recibe apoyo”.\ua

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