En artículo anterior hemos indicado las diversas finalidades
que se pueden perseguir al comprobar las asistencias,
podemos examinar más a fondo algunas costumbres que existen
sobre la forma de efectuar esta tarea e introducir considerables simplificaciones
y perfeccionamientos en estos hábitos rutinarios .
Una d e las mejoras d e procedimiento más importantes es fijar
un criterio concreto sobre la «rigurosidad o tolerancia» con la que
en cada clase, se considerará que un alumno ha faltado o ha asistido .
En ciertos casos puede exigirse la presencia desde el primer
momento -aun antes de pasar lista-, mientras que, en otros, pueden
considerarse asistentes a los que permanecen en el aula la mayoría
de los minutos que dura la explicación