¿Es nuestra cultura un asunto de nuestros genes?

Abstract

Las ciencias sociales y las ciencias de la evolución elaboraron nociones de la cultura, cuyas particularidades respectivas estimularon uno de los debates mas controvertidos de la antropología. Vista por las ciencias sociales, la noción de cultura estuvo en un principio inspirada por la noción de progreso y por la doctrina de la evolución, antes que la naturaleza biológica del hombre llegue a estar disociada de sus realizaciones culturales. Sin embargo permanecen los universales, esas marcas permanentes que transcienden los particularismos culturales que los antropólogos buscan desde los años treinta y que los reencuentra la antropología cognitiva actual bajo otras formas. Ellos no dejan de evocar las sujeciones que implica la tesis de una base genética de los comportamientos. L'etologia constituida como disciplina alrededor de los años 30, habiendo analizado el mecanismo de los comportamientos de comunicación codificados, lanzo las bases de una genética de los "instintos" y se dedico a reconstruir su filigénesis y su ontogénesis. De estas investigaciones nacieron los fundamentos de una teoría de la cultura que toma prestado los mecanismos evolutivos del neo-darwinismo. Esta teoría, la sociobióloga, luego de amplias investigaciones en el dominio de los comportamientos sociales animales, extrapola esos principios y sus teoremas al caso de la evolución humana e interroga a los antropólogos sobre aquello que para ellos es lo mas especifico: los comportamientos culturales humanos. Podemos extrapolar los comportamientos animales a los comportamientos humanos? Investigaciones mas profundas sobre ciertos comportamientos de base como los comportamientos reproductivos, parecen indicar respuestas que varían según las culturas y según los estratos sociales. En todo caso, revocan la noción de comportamientos universales y si no invalidan que existe una especie de "raíz" animal a numerosos comportamientos elementales, estas indican también que las similitudes o analogías superficiales entre humanos y no humanos defieren de grande modo por sus significaciones y por los niveles de complejidad. En forma que aun si admitimos un determinismo genético pre-humano a ciertos de nuestros rasgos culturales de base, queda que la cultura humana es un edificio sin precedente en la historia de la evoluciónAsociación de Antropología Biológica de la República Argentin

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