El desarrollo de las Nuevas Tecnologías de la Información y Comunicación (NTICs) ha
supuesto la implantación de diversos cambios en las entidades empresariales, en su
organización, gestión del trabajo pero también a la hora de plantearse sus estrategias
de comunicación. Lógicamente, en el ámbito televisivo este hecho se ha formulado a un
mayor nivel como consecuencia de la implantación de la Televisión Digital Terrestre
(TDT) en el año 2010. A raíz de esta nueva situación contextual, que ha supuesto la
duplicidad de ofertas de contenidos programáticos, las emisoras de televisión se han
visto forzadas a aumentar sus esfuerzos comunicativos y, especialmente, sus técnicas de
promoción propia, más allá de la utilización del espacio en la pantalla tradicional de
televisión