Aspectos del debate sobre la “cuestión religiosa” en Colombia, 1930-1935

Abstract

Los veredictos de los dos partidos tradicionales colombianos sobre la “cuestión religiosa” implicaron que los más fuertes defensores de la Iglesia fueran conservadores y los más anticlericales fueran liberales. La elección de Olaya Herrera, presidente liberal, en 1930 les dio esperanzas a quienes querían construir un país más laico, después de casi cincuenta años de gobiernos conservadores aliados con el clero. Sin embargo, los presidentes de la República Liberal querían evitar un conflicto eclesiástico; ciertos anticlericales impulsaron desde la prensa y desde sus puestos políticos una discusión sobre la “cuestión religiosa”. La alta jerarquía eclesiástica se sentía amenazada, y decidió organizar un Congreso Eucarístico Nacional, que se celebró en agosto de 1935, como muestra colectiva de fuerzas para hacerles frente a los descreídos. La mayoría izquierdista del Concejo municipal de Bogotá envió al Congreso un despectivo telegrama; esa misiva y la reacción que provocó en los miembros del clero aunaron los temas y los miedos de los actores de los dos extremos del debate, acallando las voces más moderadas. Los opositores se convirtieron en caricaturas y el discurso político se inclinó aún más hacia un “diálogo de sordos” empleando una retórica de violencia y eliminación.One of the few consistent ideological differences between Colombia’s two traditional parties revolved around the “religious question.” The strongest defenders of the Church were Conservatives while Liberals were the most anti-clerical. The election of Olaya Herrera, a Liberal, as president in 1930 gave hope to those who wanted a more secular country after almost fifty years of Conservative governments allied with the clergy. However, since the presidents of the Liberal Republic wanted to avoid a religious conflict, various anti-clerical militants forced a discussion about the “religious question” in the press and from their political offices. The Church hierarchy felt threatened and decided to organize a National Eucharistic Congress in August 1935 as a collective show of force. The leftist majority in the Bogotá municipal council sent the Congress a disrespectful telegram; their message, and the reaction to it by members of the clergy, solidified the opinions and fears on both extremes in the debate about the Church’s role in Colombian society, pushing more moderate voices aside. The opposition became a caricature in the increasingly violent rhetoric and the two sides stopped listening to each other in an atmosphere of mutual fear and mistrust.Os veredictos dos partidos tradicionais colombianos sobre a “questão religiosa” pressupunham que os mais fortes defensores da Igreja fossem conservadores e os mais anticlericais, liberais. A eleição de Olaya Herrera, presidente liberal, em 1930, deu esperanças aos que queriam construir um país mais laico, depois de quase cinquenta anos de governos conservadores aliados ao clero. Contudo, os presidentes da República Liberal queriam evitar um conflito eclesiástico; certos anticlericais impulsionaram, a partir da imprensa e dos seus postos políticos, uma discussão sobre a “questão religiosa”. A alta hierarquia eclesiástica se sentia ameaçada e decidiu organizar um Congresso Eucarístico Nacional, que se celebrou em agosto de 1935, como amostra coletiva de forças para lidar com os descrentes. A maioria esquerda do Congresso municipal de Bogotá enviou ao Congresso um depreciativo telegrama; essa missiva e a relação que provocou nos membros do clero uniram os temas e os medos dos atores dos dois extremos do debate, fazendo calar as vozes mais moderadas. Os opositores se converteram em caricaturas e o discurso político se inclinou ainda mais a um “diálogo de surdos”, empregando uma retórica de violência e eliminação

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