Espacio moderno: funcionalismo reduccionista

Abstract

En cuanto a movilidad humana en el espacio urbanoarquitectónico, la Modernidad representó la entronización de lo inmóvil y lo comprimido por medio de formas de control practicadas en el taxativo espacio moderno. Ello condujo al planteamiento de la composición arquitectónica desde un sistema cartesiano, cerrado y disciplinar. Las formas pedagógicas, constructivas y de diseño en arquitectura y urbanismo modernos estuvieron influenciadas decisivamente por un régimen que en el pensamiento occidental apuntó a domesticar el cuerpo y controlar el espacio. La Posmodernidad, como oposición cultural, quiere emanciparse de estas restricciones y con ello pone en marcha un proceso de insurrección. Este artículo trata de las formas disciplinares ilustradas que dieron consistencia al espacio moderno, cuyas representaciones geométricas fueron el plano y el cuadro –con sus respectivas enunciaciones dialécticas–, de las lógicas latentes de la Ilustración que tienen como consecuencia un espacio disciplinar, y de las características que lo definen en oposición a los rasgos espaciales (traducidos a modelos) de la Posmodernidad: la ruptura del idealismo platónico, la transgresión de las contraculturas, el redescubrimiento de lo extenso en oposición a un espacio teórico y compacto y su entendimiento no dialéctico sino (en sentido deleuziano) rizomático y desplegado

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