Reseñas

Abstract

De la Torre, Julio. Cristianos en la sociedad política, Ediciones Narcea, Madrid, 1982, 230 pp. El P. Julio de la Torre, profesor de moral social y política en la Academia Alfonsiana de Roma, en la Universidad Lateranense y en el Instituto de Ciencias Morales de Madrid, ofrece en este libro una profunda reflexión en torno a cuestiones de teología política, particularmente de aquellas que involucran el compromiso de los cristianos en el complejo contexto político de la época. Si bien han transcurrido casi 25 años desde la aparición de esta publicación, aún resulta vigente la descripción de los factores de índole político que caracterizaron el mundo de ese tiempo, que, en varios sentidos, es similar al de hoy. De la Torre desmitifica inicialmente la idea del hombre aislado. De este modo, señala que el compromiso político no es una alternativa, sino un deber necesario e ineludible. Desde su nacimiento y hasta su muerte, los seres humanos asumen este compromiso, el que se establece como un hecho propio de su existencia. Denuncia asimismo la condición del creyente que, durante siglos, permitió que su vocación política fuese marcada por un dualismo disgregador que colocó el centro de la opción cristiana no en la situación política real, sino en la esfera de lo fijo e inmutable. El autor cuestiona la teología clásica anterior al Vaticano II por su postura evasiva y ajena a los conflictos históricos concretos. Afortunadamente, indica, la teología ha descendido de su morada estratosféricas para entrar en el dinamismo secular, ya que “el fundamento irrecusable del compromiso político del cristiano está en el carácter abierto de su existencia en el mundo. El creyente no posee ciudad propia en el tiempo de la historia humana, peregrina en la única ciudad establecida en el tiempo, formando un todo con los demás hombres en la búsqueda de la paz” (p.11). Afirma que una teología neutra y supuestamente aislada es imposible. La teología no se adapta a la secularización resignadamente y sin esperanzas, sino con el profundo optimismo de reconocer que la incursión amoroso de Dios en el mundo de la historia humana establece que Él es la mejor garantía de la libertad del hombre (cfr. p. 19) Julio de la Torre entiende la política “en su sentido caracterizadamente moral, de dimensión última de la vida humana, la más abarcadora y comprensiva, dentro de la cual todo hombre inscribe su vida de cada día. El ámbito político comprende todos los demás ámbitos y los supera, pero no despóticamente, sino desde la íntima connaturalidad de cada uno de ellos” (pp. 36-37). Más que observarla desde la óptica del poder, la política es vista por el autor como el factor que tiene como fin el bien común. A lo largo del texto son abordados temas como el mal uso que se ha hecho a lo largo de la historia de la teoría del derecho natural, de las relaciones entre la masa y las élites, de la importancia de una recta pedagogía para una adecuada acción política, de lo que implica orientarse a “la derecha” o a “la izquierda”; del fanatismo político, del “largo contencioso político” entre marxismo y cristianismo. A través de estas temáticas, en un nuevo planteamiento, la teología - indica – debe ser fiel al Señor de la historia y al hombre concreto. Sin duda, esta perspectiva renovada apunta al compromiso que cada cristiano necesita desarrollar para ser parte del objetivo último de la política: propiciar el bien colectivo. En este tiempo de coyuntura electoral vale reflexionar sobre la importancia de crear una conciencia política que nos implique a todos en el crecimiento de una mejor sociedad, la que se construirá si cada cual asume con esperanza esta necesidad apremiante y urgente. Adame Goddard, Jorge. El pensamiento político y social de los católicos mexicanos 1867-1914, UNAM, México, 1981, 273 pp. Jorge Adame hace un detallado estudio histórico sobre el pensamiento político y social de los católicos mexicanos conservadores después de la caída del Imperio de Maximiliano, quienes, al ser privados de la acción política directa, tuvieron que vivir bajo el régimen liberal. Esta descripción se reviste de un particular interés ya que refleja la visión de los vencidos, la que es inusualmente considerada. La primera etapa de este pensamiento, que comprende de 1867 a 1892, es colocada por el autor bajo el rubro de “tradicionalismo político”. En ella señala cómo los conservadores luchan por mantener una doctrina política inspirada en la moral católica y opuesta a la libertad dominante. En estos años los católicos conservadores editan libros y publicaciones periódicas de carácter doctrinal, entre las que destacan La Sociedad Católica y la Voz de México. En ellas se intenta difundir los principios cristianos del orden social y se critica duramente el pensamiento liberal. La defensa de la libertad religiosa dentro de un contexto fuertemente anticlerical es una postura que encuentra eco sólo hasta el gobierno de Porfirio Díaz, quien intenta buscar una reconciliación con los católicos, aunque sin permitirles triunfos políticos electorales. En la etapa que Jorge Adame denomina como “catolicismo social”, se estudia la situación de los católicos de 1892 a 1914. En ella, una nueva generación de católicos, inspirados en la Rerum Novarum, difunden el pensamiento social católico. En este lapso, el autor analiza la actitud de estos católicos ante el porfirismo, la revolución Maderista, el gobierno de Huerta, la fundación del Partido Católico Nacional, así como la relevancia de la prensa, los congresos católicos y las acciones sociales que aplicarían el pensamiento social católico y el camino hacia el cooperativismo social. Finalmente, el autor comenta la influencia del pensamiento social católico en la elaboración de la Constitución de 1914. Jorge Adame Goddard realiza una contribución inapreciable al estudio de un tema poco explorado, en el que se revalúa el pensamiento y la acción de los católicos mexicanos en este periodo

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