El entendimiento de las enfermedades autoinmunes ha dado pasos de gigantes en la segunda mitad del siglo XX. Hasta el 1937 el Lupus Eritematoso Sistémico (LES) se consideraba una enfermedad dermatológica, luego se convierte en un problema sin solución para los reumatólogos, y más recientemente ha pasado a ser un apasionante desafió para los inmunólogos, que están comprometidos con descifrar la etiología de esta aún enigmática enfermedad