La osteoporosis es una enfermedad sistémica caracterizada por una disminución de la masa ósea y un deterioro de la arquitectura microscópica del hueso, que lleva a un incremento de la fragilidad del mismo y al consecuente aumento de la susceptibilidad para fracturas óseas. Su elevada y creciente prevalencia a nivel mundial la han convertido en una epidemia silenciosa. Son numerosos los factores de riesgo relacionados con ella. Entre estos, los estilos de vida y la nutrición ocupan un lugar importante en su prevención y tratamiento. Están involucrados varios nutrientes de forma más o menos importante: el calcio y el fósforo, la vitamina D, las proteínas de la dieta, el consumo de alcohol y cafeína, etc. Las recomendaciones acerca de alimentación, nutrición y estilos de vida en el paciente con osteoporosis son similares a las de otras enfermedades crónicas de manera que es muy importante recomendar el incremento en la ingestión de calcio pero además sería apropiado lograr la restricción en el consumo de sal, de proteínas de origen animal, alcohol y cafeína así como el incremento de la actividad física, la exposición a la luz solar y el mantenimiento de un peso corporal adecuado