El objetivo de este artículo es conocer algunas de las
características más relevantes de la población mexiquense de 60
años o más, así como de los hogares en los que vive, utilizando como fuente la Encuesta Sobre Envejecimiento en el Estado de México 2008 (ESEDEM-2008). Se parte del hecho de que ante una mayor presencia de adultos mayores, como efecto de la disminución en la fecundidad y la mortalidad, se están presentando cambios en
la estructura, organización y composición de los hogares. Entre
los hallazgos más sobresalientes se encontró que existe una alta
tendencia por parte de los hombres a permanecer casados o
unidos; en cambio, las mujeres viven en situación de soledad como
consecuencia de una soltería más marcada, debida, entre otras
cosas, a la disolución conyugal y a la viudez dado que en promedio,
las mujeres mexiquenses enviudan a los 58 años, mientras que entre
los hombres el promedio se ubica en los 65, de igual forma cuando
esto sucede, ellos tienden a unirse a otra pareja, a diferencia de las
mujeres, que suelen permanecer solteras. De esta manera hay una
modificación en los hogares con personas envejecidas