El sistema hidrológico Esperanza-Oriental y su impacto sobre el acuífero de Tecamachalco, Puebla, México

Abstract

"El sistema hidrológico Esperanza-Oriental se alimenta principalmente de los deshielos de los volcanes Pico de Orizaba y La Malinche, que se traducen en la disponibilidad de agua subterránea para el valle de Esperanza, con su consecuente aporte al valle de Tehuacán y la formación de cuerpos de agua superficiales en el valle Del Oriental (lagos de Totolcingo y Tepeyahualco). Estos valles han reducido sus áreas de captación y disponibilidad, así como la presencia de un gran número de lagos-cráter (axalapazcos), don-de se observan los niveles estáticos del agua subterránea en la zona (algunos de ellos presentan descensos importantes); ambos sistemas alimentan al acuífero de Tecamachalco, que ha disminuido su disponibilidad de agua subterránea. Con base en un sistema de información geográfica, levantado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, se identificaron las cargas hidráulicas que dan origen a los flujos subterráneos que alimentan el acuífero de Tecamachalco, así como la evolución fisicoquímica que presenta el agua subterránea, identificada mediante diagramas de Mifflin (1988), Gibbs (1970), Piper (1953), Durov (1948) y relaciones iónicas, lo que ayudó a delinear los patrones de flujos para conocer la dependencia de este acuífero con el sistema Esperanza-Oriental.""The Esperanza-Oriental hydrological system is fed mainly by the meltings that take place in Orizaba and La Malinche volcanoes, which mean availability of groundwater for Esperanza valley, with its consequent contribution to Tehuacan valley and the formation of surface water-bodies in the Del Oriental valley (Totolcingo and Tepeyahualco lakes), which have reduced their water collecting areas and availability, as well as the presence of a large number of crater-lakes (axalapazcos), since static groundwater levels are observed in the area (some of them have significant decreases). Both systems feed Tecamachalco aquifer, which has reduced its groundwater availability. Based on a Geographic Information System created by the National Institute of Statistics and Geography, the hydraulic loads that give rise to those underground streams that feed the aquifer Tecamachalco were identified as well as the physicochemical evolution present in groundwater. This was identified by Mifflin (1988), Gibbs (1970), Piper (1953), and Durov diagrams (1948), together with ionic relations, which helped to delineate those flow patterns that determine to what extent this aquifer is dependent on Esperanza-Oriental hydrological system.

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