It is a seemingly natural perception that animals are “somebodies” and not “something”, especially to those who live with them, as Picasso did with Lump, as portrayed by photographer David Douglas Duncan in his reference book. The law resists recognising the reality of animal sentience, although in recent months Spain has seen the beginning of a process of change of the legal status of animals (from things to sentient beings) in its Civil Code, which is briefly reflected by this Editorial, although it is a project that I have scientifically supported since my first involvement in this emerging field of law – Animal Law.Que los animales son “Alguien” y no “algo”, es una percepción que resulta muy natural, sobre todo a quienes convivimos con ellos, como le ocurrió a Picasso con Lump, tal y como lo documenta el fotógrafo David Douglas Duncan en un libro de referencia. El Derecho se resiste a reconocer la realidad de la sentiencia animal, si bien, en los últimos meses en España se ha iniciado un proceso de cambio del estatuto jurídico de los animales (de cosas a seres sentientes) en el Código civil, que se refleja, de forma breve en este Editorial, aunque es un proyecto que abandero científicamente desde mis primeros pasos en este campo emergente del Derecho, que es el Derecho Animal