La palabra Grijalva no se refiere solo un río, sino al territorio aledaño que integra la cuenca transfronteriza entre México y Guatemala, “la mejor tierra que el sol alumbra”. Se reconoce por sus humedales, imponentes bellezas naturales y presas hidroeléctricas, pero también por la pobreza y el deterioro ambiental que afectan a sus habitantes, y que deben revertirse en beneficio de esta zona de gran riqueza biocultural