Este texto se presentó como comunicación al II Congreso Internacional de Etnografía y Educación: Migraciones y Ciudadanías. Universidad Autónoma de Barcelona, Barcelona, 5-8 Septiembre 2008.Una década después de que se realizara el trabajo de campo, se presenta por primera vez un informe correspondiente a una investigación sobre las controversias que generaba la labor psicopedagógica en un instituto de educación secundaria que todavía no había completado su transición hacia la LOGSE, situado en la periferia de una capital. Se trataba de un centro atípico en muchos aspectos: el gran número de alumnos, la enorme dispersión de las zonas de procedencia, el relativo aislamiento geográfico del centro y, por encima de todo, la no implantación de la E.S.O. Se realizaron quince visitas al centro para conducir distintas entrevistas (al orientador, a cinco profesores -incluida la jefa de estudios- y a tres grupos de alumnos/as), así como para recopilar y analizar diversa documentación. Las entrevistas fueron grabadas y más tarde transcritas total o parcialmente. También se tomaron notas acerca del ambiente del centro, las escenas observadas en distintas dependencias del mismo, con la anotación de algunos comentarios. El orientador cuya labor explorábamos en nuestro estudio nos recordaba en algunos comportamientos al director de un instituto de educación secundaria canadiense que describe Oppenheim (1993) y la existencia de ciertos discursos contradictorios: por un lado, el director decía realizar la evaluación por razones de mejora profesional y no tanto por mandato legal, pero no admitía la diferencia entre evaluación formativa y evaluación sumativa. Decía que él se veía a sí mismo como un colega de los profesores, y que la evaluación se hacía de igual a igual, pero el análisis mostraba a un hombre autoritario que se veía en la posición de manager del centro. Parece que nuestro orientador empleaba sobre algunos/as estudiantes la "técnica" del «enfriamiento de expectativas», un concepto de Goffman que utilizó Clark en su estudio de un instituto (1960). Nuestro informe se centra en cómo de un lado las características de personalidad y el estilo profesional del orientador, y de otro la situación histórica que atravesaba la institución, parecieron combinarse para crear un escenario de tensiones ocultas. El informe sostiene que cualquier descripción y/o juicio que hagamos de los aspectos técnico-profesionales de la orientación psicopedagógica en un centro educativo debe inscribirse, a fin de cobrar sentido y valor explicativo, en un análisis de las relaciones de poder dentro del centro y las concepciones sobre la enseñanza que poseen los distintos actores de la institución