El artículo trata del encuentro de dos figuras de las letras latinoamericanas, Ricardo Palma (1833-1919) y Rubén Darío (1867-1916), en una encrucijada generacional propiciada por el Cuarto Centenario del Descubrimiento de América celebrado en España en 1892. En las tribunas de los numerosos discursos, exposiciones, tertulias, conferencias y congresos españoles, tanto el joven poeta modernista de 25 años como el académico y bibliotecario peruano se sumaron a las “voces latinoamericanas” que trataron de reivindicar entonces la necesidad no sólo de una reconciliación política y económica sino de un auténtico reconocimiento histórico e intelectual de las repúblicas americanas. Conformando acaso una bisagra temporal y arbitraria en la historia de las relaciones culturales entre España y América Latina, el encuentro centenario significó también un último cruce de generaciones que nunca antes se había logrado y nunca después se repetiría