Este libro es el resultado de un di\ue1logo ininterrumpido con las \ufaltimas novelas de Diamela Eltit. En su pr\ue1ctica escritural la autora no se propone el desarrollo de una historia sino la repetici\uf3n de un mismo encuadre, la paulatina progresi\uf3n de fragmentos de una misma figura, que cambia de intensidad, de tono, de textura. La acumulaci\uf3n de estos signos, siempre incompletos y m\uf3viles, genera una escena de escritura que tiende a ocupar los vac\uedos, a recomponer un espacio originario perdido, aproxim\ue1ndose a un abismo imposible de alcanzar. Por todas estas razones, el acto de lectura necesariamente tiene que convertirse en un itinerario de b\ufasqueda en una red intertextual indefinida, imagen que evoca otra imagen, palabra que resuena en otras palabras, ideas que se contaminan, se funden y confunden.
El recorrido de estas p\ue1ginas se puede definir como narraci\uf3n por im\ue1genes que se combinan en diferentes arquitecturas textuales capaces de figurar el presente. El movimiento anal\uf3gico que se produce esboza una serie de met\ue1foras vivas capaces de originar un espacio de escritura bien definido y reconocible: un espacio que \u2018dice\u2019 la globalizaci\uf3n. Protagonistas femeninas cuentan (o sue\uf1an) sus haza\uf1as tr\ue1gicas, historias de resistencia encerradas en los espacios claustrof\uf3bicos de un territorio indiferenciado, plagado por la violencia y el abuso, la memoria del pasado como arma, \ufanica posibilidad para restaurar fragmentos de deseo comunitario y salidas de la intrusi\uf3n abarcadora del sujeto, el movimiento y la marcha como definitiva posibilidad de afirmaci\uf3n. L\uedneas de fuga, estas, a cierta conciencia de la derrota que domina el escenario cr\uedtico y cultural chileno, apertura a nueva comunidades discursivas capaces de reactivar un pensamiento disidente y subversivo en el territorio an\ue1rquico del texto
