La positiva reacción de los mercados en la recta final del año 2001 ha permitido a los inversores en Bolsa de todo el mundo, minorar parte de las pérdidas acumuladas durante un ejercicio especialmente difícil y volatil para los mercados de acciones. La Bolsa de Madrid ha sido una de las plazas que mejor se han comportado ante el empeoramiento generalizado de las expectativas económicas, y en un contexto donde los ratios de valoración de los precios de las acciones, especialmente el PER, se han ajustado de manera considerable hasta caer, en muchos casos, bastante por debajo del nivel medio registrado en el último decenio