El siguiente trabajo analiza el desarrollo del arte urbano hasta la actualidad. En un principio, el término principal que se utilizaba para denominar cualquier acción artística dentro de la vía urbana era el de “grafiti”. El movimiento surge, paralelamente, en la década de los 60 en dos continentes diferentes, América y Europa. La primera escena aparece en Estados Unidos, concretamente en Filadelfia, y el primero en estampar una firma en una pared es Cornbread. En los 70, el movimiento se propaga a Nueva York donde aparecen nuevos artistas y con ellos, nuevos estilos y soportes para realizar grafiti. La gran cantidad de artistas que se involucran con esta práctica causa dos acontecimientos muy importantes: la guerra de estilos y el subway art. Phase 2 es el artista más representativo de estos años por ser el precursor de distintos estilos como el wild style. La segunda escena aparece en Francia, concretamente en París, donde el grafiti se realiza con la técnica de la plantilla y con el objetivo de trasmitir un mensaje usando recursos como la ironía o el humor. A partir de los 80, instituciones museísticas y galerías se interesan por el fenómeno artístico del grafiti, creando un impacto mediático. Tras las primeras exposiciones en Nueva York, las galerías más importantes de Países Bajos e Italia decidieron importarlo a Europa. Así, el grafiti y sus creadores obtuvieron el reconocimiento artístico de la época. En los 90, después de instalarse en Europa, algunos artistas comenzaron a mezclar las técnicas de grafiti de ambos continentes con otros movimientos contraculturales de la calle, creando el Street Art. Del fruto de la innovación, nacieron distintos métodos de creación en la vía urbana que no pueden ser considerados grafiti, de ahí que sean denominados como arte urbano. El stencil, los carteles o la jardinería de guerrilla son algunos de los ejemplos de las prácticas urbanas conocidas hasta la actualidad