El yacimiento de Bell Korongo (BK) se localiza en la garganta secundaria de Olduvai (Tanzania), en la parte su-perior del lecho II y tiene una crono-logía de 1.34 Ma. (Domínguez-Ro-drigo et al., 2013). El paleoambiente corresponde a una llanura fluvial donde se combinan hábitats boscosos y de pradera. Las primeras excavaciones en BK fue-ron realizadas por Louis y Mary Leakey a mediados del siglo XX, quié-nes sacaron a la luz abundante mate-rial lítico y faunístico. Ambos investi-gadores determinaron que el conjunto de BK tenía un origen antrópico y co-rrespondía a una acumulación resul-tado del consumo de carcasas por parte de los homininos (Leakey 1954, 58, Leakey 1971). Las revisiones llevadas a cabo sobre el material recuperado por los Leakey tanto en yacimientos del lecho I como del lecho II, ponen de manifiesto que muchos de los yacimientos considera-dos antrópicos son palimpsestos, re-sultado de la acción de los carnívoros y homininos de manera independiente o con una interacción mínima. Por ejemplo, la mayoría de los yacimientos del lecho I (excepto FLK Zinj) corres-ponden a acumulaciones generadas por felinos (Domínguez-Rodrigo et al. 2007a). En el lecho II las acumulacio-nes óseas en algunos de los yacimien-tos clásicos se deben a muertes natu-rales o a la acción de los carnívoros (MNK Main y HWK East) con un im-pacto menor de los homininos, aunque en algunos yacimientos determinar cuál fue el agente acumulador resulta difícil de discernir (FC West o TK) (Egeland et al, 2008; 12TYravedra et al 201512T)..