'Universidad de Sevilla - Secretariado de Recursos Audiovisuales y Nuevas Tecnologias'
Abstract
El gran novelista Joseph Conrad escribía a principios de siglo que él se imaginaba la sociedad ideal
como la exacta relación que se establece entre los
hombres de un barco bien ordenado. Una estructura
jerárquica donde los de abajo deben obediencia a los de arriba
y la totalidad constituye un organismo perfecto. Pues bien,
para los aficionados, críticos, toreros, ganaderos y estudiosos
de los toros en el siglo XIX y principios del XX, el desarrollo
de las corridas no debía diferenciarse mucho de la organización
aludida en el barco de Conrad. Los toros, las corridas·
de toros, eran un organismo perfecto, un barco bien ordenado,
y su capitán era Joselito el Gallo ... (Fig. n.0 35) y entonces
apareció Belmonte (Fig. n.0 36) y la nave entró en aguas
tormentosas