research

Ingreso y alimentación de la población en el México del siglo XX

Abstract

Aún cuando estamos comenzando el tercer milenio, el ser humano se sigue debatiendo entre la abundancia de alimentos y el reparto desigual de los mismos. Los patrones alimentarios experimentan cambios acordes a las tendencias globalizadoras, controlados por grandes corporaciones alimentarias que homogeneizan las formas de producción y los hábitos de consumo. El siglo XX engendró en este renglón un conflicto de intereses de mercado. Por un lado, están las potencias agrícolas que manipulan los precios y la existencia de los alimentos disponibles, y por el otro, los países pobres dependientes de los suministros externos, lo que incide directamente en su economía y soberanía internas, y los ha mantenido en un estado latente de desnutrición, que en casos como México, afecta a más de la mitad de sus habitantes. El consumo de alimentos es una variable necesaria para medir las asimetrías sociales si éstas se originan por una distribución inequitativa de la riqueza. Una relativa estabilidad en el ingreso permite diversificar la alimentación, mejores posibilidades nutricionales y un incremento en la calidad de la dieta. El perfil alimentario de la población tiene una amplia relación con las posibilidades del ingreso, aunque no necesariamente un nivel económico alto determina una alimentación adecuad

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