Si bien los madereros han sido los principales responsables de la destrucción de los bosques, en la actualidad no son los únicos, los ganaderos arremeten con la fuerza y rapidez que les dan los créditos de organismos nacionales e internacionales para transformar las selvas del trópico húmedo en pastizales. La política de destrucción de bosques y selvas basada en todos estos factores deja un saldo de 400,000 hectáreas anuales de suelos forestales que desaparecen en México