Las operaciones de conservación y restauración de las edificaciones monumentales que constituyen el Patrimonio Artístico de los diferentes países, se encuentran abandonando el nivel artesanal que las caracterizaba en el pasado. Ello ha sido consecuencia por una parte, de la posibilidad de utilizar un número continuamente creciente de nuevos productos que la industria pone a disposición del conservador y por otra, de la necesidad de: Evitar tratamientos irreversibles e inadecuados, ó inútiles, en el mejor de los casos. Reducir en lo posible los costes de operación, aplicando un tratamiento racional y estudiado con los medíos de que hoy día se dispon