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La Evaluación de la docencia: Ventajas e Inconvenientes del procedimiento "Docentia" propuesto por la ANECA

Abstract

La evaluación de la actividad docente e investigadora del profesorado se implantó normativamente en 1989, si bien con fines exclusivamente retributivos. Desde entonces, los profesores se han sometido cada 5 años a la evaluación de su actividad docente y cada 6 años a la de su actividad investigadora. Sin embargo, la evaluación de la actividad investigadora ha tenido una importancia y trascendencia muchísimo mayor que la docente. De hecho, los sexenios investigadores se han convertido en la clave de los concursos a los cuerpos de docente universitarios, tanto para la formación de tribunales como para la selección de los candidatos. La evaluación de la actividad docente ha estado, por el contrario, sometida a la rutina e indiferencia. La mayoría de los profesores universitarios están en posesión de todos los quinquenios docentes que su antigüedad le permite, ya tengan o no actividad docente real. A la larga, esta generalización ha minusvalorado la propia actividad docente, ha marginado a todo un conjunto de profesores vocacionales y ha deteriorado la calidad de la enseñanza que reciben los alumnos. Incluso, mientras esto acontecía, y coincidiendo con el desarrollo del EEES, se proclamaban admirables principios acerca de la enseñanza de calidad, que en nada se materializaban o que invariablemente se reconducían a la tenencia de sexenios investigadores. Finalmente, en 2007, casi 13 años más tarde de que se estableciera un procedimiento para la evaluación de la actividad investigadora (1994), la ANECA propuso DOCENTIA. La UPM, que se ha sumado a este programa aun año más tarde, ya tenía, en teoría, su propio procedimiento de evaluación docente, pero sólo diseñado para otorgar quinquenios, sin que en modo alguno se evalúe la actividad docente real del profesor. A la vista de esta apatía institucional, la ETSI de Caminos, Canales y Puertos de la UPM estableció en 2005, un procedimiento de evaluación docente que ha cambiado en la forma de valorar esta actividad dentro de nuestra Escuela. Se encuesta a los alumnos de forma eficiente y a través de Internet (lo que ya es novedoso de por sí), sobre la actividad docente real del profesor en el aula y fuera de ella. Pero la gran novedad del sistema está en la divulgación general de los resultados, que son presentados de forma rápida, clara, precisa y comparativa. Actualmente estos resultados están siendo tenidos en cuenta para la renovación de contratos de los profesores. La experiencia acumulada tras estos años, permite a los autores comentar en este artículo la viabilidad práctica del procedimiento de evaluación propuesto por la ANECA, y por la UPM, que parece una copia directa de aquel. Se proponen modificaciones a este procedimiento si se pretende que sirva para conseguir una docencia de calidad, y no sólo para seguir estableciendo una retribución económica de forma general, o para cumplir sobre el papel, los requisitos de calidad exigidos a los nuevos planes de estudi

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