Objective: To assess if a health care model implemented at the basic level of the IPS COMFANDI and based on an early
intervention in cardiovascular risk factors and its application to patients with different levels of chronic renal disease, produces
significant changes in lab and clinical parameters to be translated into stabilization or regression of the disease.
Materials and methods: From the cardiovascular risk program 362 patients were randomly selected with different stages of renal
disease, diabetes mellitus (DM), and arterial hypertension, (AHT). Two measurements were made: one before and another after
the intervention, with an interval of six months. Wilcoxon hypotheses were tested to compare means of clinical interest and lab
variables as well as dynamics of change in the number of patients according to KDOQUI stage, for both periods.
Results: A total of 8 factors were evaluated: 4 clinical and 4 lab parameters, as well as patients’ proportion according to
nephropathy stage (KADOQUI) found in the two periods. Clinical variables were measured for 24 hours such as systolic, diastolic
and mean blood pressure and proteinuria which showed differences before and after the intervention that were statistically
significant. BMI (body mass index), glycemia and microalbuminuria
did not present statistically significant differences for the two
measurements.
Conclusion: Implementation of a basic level health care model focused on risk reduction for renal chronic disease, by means
of an intensive therapy, has also an affirmative incidence on diseases such as diabetes and hypertension. Results are favorable
when measuring key variables in renal chronic disease and suggest a positive impact regarding this important public health problem
in Colombia. Objetivo: Evaluar si un modelo de atención que se lleva a cabo en el nivel básico de la IPS COMFANDI y se fundamenta en
una intervención temprana de factores de riesgo cardioavascular y aplicado a pacientes con distintos grados de enfermedad renal
crónica, genera cambios significantes en parámetros clínicos y de laboratorio que se traduzcan en estabilización o regresión de la
enfermedad.
Materiales y métodos: Se seleccionaron al azar 362 pacientes con diversos grados de enfermedad renal del programa de riesgo
cardiovascular (diabetes mellitus e hipertensión arterial, DM e HTA) con dos mediciones una antes y otra después de la intervención
con intervalo de por lo menos 6 meses. Se realizaron pruebas de hipótesis de Wilcoxon para comparar medianas de las variables
de interés clínico y de laboratorio así como la dinámica de cambio en la proporción de pacientes según estadío KDOQUI en ambos
tiempos.
Resultados: En total se evaluaron 8 parámetros, 4 clínicos y 4 de laboratorio, así como la proporción de pacientes según estadío
de nefropatía (KADOQUI) entre un tiempo y el otro. En las variables clínicas como tensión arterial sistólica, diastólica, media y
proteinuria en 24 h, las diferencias encontradas entre antes y después de la intervención tuvieron significancia estadística. Pero, tanto en el índice de masa corporal (IMC) como en la glucemia
y la microalbuminuria no hubo diferencias estadísticamente
significantes entre las dos mediciones.
Conclusión: La puesta en marcha de un modelo de atención
en el nivel básico, que se centre en disminuir el riesgo de
desarrollar enfermedad renal crónica, por medio de una terapia
intensiva, en enfermedades como DM e HTA, produce resultados
favorables en las segundas mediciones de variables clave
de la enfermedad renal crónica y sugiere un impacto positivo en
este problema de salud pública en Colombia