A partir de la confianza de Rawls en las virtudes del razonamiento judicial, este ensayo mostrará que la deliberación judicial, así como el proceso de toma de decisiones adelantado por los jueces (y
particularmente por los magistrados de la Corte Suprema), no constituye un paradigma de la razón pública, es decir, no constituye un ejemplo de la manera correcta de razonar y decidir cuando
tenemos que resolver problemas sociales fundamentales