El término asbesto agrupa minerales que poseen características morfológicas particulares: son de hábito fibroso, resistentes a la tracción y flexibles, dependiendo del tipo de mineral; poseen muy baja conductibilidad térmica y alta resistencia eléctrica. Por estas propiedades se han utilizado en diversas industrias y en volúmenes muy importantes. Numerosos estudios epidemiológicos han relacionado a los asbestos con la salud humana. Se ha comprobado que la exposición e inhalación de estos materiales provoca enfermedades pulmonares como asbestosis (fibrosis pulmonar), cáncer de pulmón, mesotelioma maligno (pleural o peritoneal) y placas pleurales (Roggli y Vollmer, 2008). El estudio mineralógico contribuye a evaluar su potencial incidencia en la salud humana -especialmente porque se puede determinar el tipo de asbesto al que se estaría exponiendo el ser humano-, prever el grado de nocividad, analizar la evolución de la morfología de los minerales usados en la fabricación de los productos manufacturados, e interpretar la degradación natural en yacimientos activos o abandonados, en menas o en pasivos ambientales. Los antecedentes que existen en Argentina acerca de estudios patológicos relacionados con asbestos, son aislados y escasos.
En este trabajo se caracterizaron minerales asbestiformes (serpentina (crisotilo) y anfíboles (tremolita – actinolita)) y otros de hábito fibroso análogo a los asbestos (sepiolita), procedentes de yacimientos de Argentina, con el objeto de precisar las características asbestiformes y evaluar su peligrosidad biológica. A su vez se trabajó con materiales utilizados como sus sustitutos (fibra de vidrio y fibra cerámica). Se utilizó un microscopio electrónico de barrido JEOL JSM 35 CP equipado con una sonda EDAX para el análisis químico cualitativo de microáreas sobre muestras metalizadas con oro, y un difractómetro de rayos X Rigaku D-Max IIIC con radiación de Cu Kα y monocromador de grafito, con 35 Kv y 15 mA