Las infecciones respiratorias agudas bajas (IRAB) constituyen una de las cinco primeras causas de mortalidad infantil en nuestro país; si consideramos todas las causas respiratorias, ocupa el tercer lugar luego de las causas perinatales y las malformaciones congénitas.
Anualmente 1000 niños menores de 5 años mueren a causa de IRAB, lo que representa en los años 2002-2003 una tasa de mortalidad de 1,75 por 1000 nacidos vivos.
La mayoría de las muertes ocurren en menores de 1 año; alrededor del 40% de ellas se producen entre el primer y tercer mes de vida.
En la provincia de Buenos Aires se observó en los años 2002- 2003 la tercera tasa de mortalidad por IRAB más alta del país en menores de 5 años.
Existen investigaciones que demuestran que hasta un 20% de las muertes postneonatales en el Gran Buenos Aires se producen en el domicilio, y una fracción importante de ellas son por IRAB. Se ha comprobado que muchos de esos niños habían tenido varios contactos con el sistema de salud en los días previos a su muerte.
Desde el punto de vista epidemiológico, en la época invernal, las IRAB ocasionan hasta el 50% de las internaciones y el 70% de las consultas ambulatorias, poniendo en crisis al sistema de Salud.
Las enfermedades respiratorias constituyen el 60% de los motivos de consulta de niños menores de 2 años, de las cuales el síndrome bronquial obstructivo llega al 30% en algunas épocas del año.
Los cuadros clínicos de IRAB son la laringitis, la traqueobronquitis, el síndrome bronquial obstructivo y la neumonía, siendo la patología más frecuente en el menor de 2 años la bronquiolitis, cuyo principal agente etiológico es el virus sincicial respiratorio. Otros virus que también ocasionan esta patología son influenza A y B, adenovirus y parainfluenza 1, 2 y 3