La inscripción de Brasilia en la Lista del Patrimonio Mundial, en 1987, marcó el inicio del reconocimiento, en el marco de la Convención UNESCO de 1972, de obras de arquitectura y urbanismo del Movimiento Moderno. A partir de mediados la década de 1990, otras obras significativas, localizadas en América y Europa, alcanzaron tal distinción. América Latina ha realizado, hasta el momento, una contribución significativa a la Lista del Patrimonio Mundial en lo que a patrimonio del siglo XX se refiere, a la vez que se espera que un futuro próximo nuevos bienes se sumen a los ya inscriptos. En esta ponencia se presenta el aporte de América Latina a la Lista del Patrimonio Mundial, con referencia a los criterios por los cuales se ha considerado que tales bienes ostentan un valor universal excepcional.Conferencia Magistral dictada en el Primer Encuentro de Comités Latinoamericanos de ICOMOS del Siglo X