Introducción: el trabajo con arrastres de trineo es un método común de entrenamiento para la mejora del rendimiento en el sprint, tanto en la fase de aceleración como en la fase de máxima velocidad. Sin embargo, son pocos los trabajos de investigación que se han centrado en estudiar las adaptaciones al mismo en la fase de aceleración, o en la fase de máxima velocidad con sujetos entrenados. El objetivo del presente trabajo fue estudiar las adaptaciones cinemáticas, cinéticas y antropométricas tras un entrenamiento de cuatro semanas con arrastres de trineo en la fase de aceleración y de máxima velocidad del sprint, en atletas entrenados. Método: Veintidós atletas (8 mujeres y 14 hombres) de nivel nacional divididos en dos grupos participaron voluntariamente en el estudio. Se realizó un diseño cuasi-experimental intra e inter-sujetos con pre y post-test. Las variables objeto de estudio fueron de carácter cinemático, cinético, músculo-articular y antropométrico. Los sujetos realizaron una fase inicial de tres semanas de familiarización, integradas por dos sesiones de entrenamiento de musculación, combinado con otras dos sesiones de entrenamiento de velocidad y saltos. Tras esta fase, y después de dividir aleatoriamente la muestra en dos grupos denominados grupo experimental (GE) y grupo control (GC), dependiendo del tipo de entrenamiento realizado, se realizó una segunda fase de cuatro semanas de entrenamiento diferenciado. En esta segunda fase, los grupos realizaron dos sesiones semanales de velocidad y saltos, una sesión de regeneración y dos sesiones de musculación con altas cargas (10-8 RM¿s), la única diferencia en el entrenamiento fue que el GE realizaba las series de velocidad arrastrando un trineo que producía el 7.5% de pérdida de la máxima velocidad. Al inicio y al final de las 4 semanas de entrenamiento específico, los atletas realizaron los siguientes test: sprints a máxima intensidad sobre 50 m con salida de tacos, tomando el tiempo en intervalos de 15 m, 30 m y 50 m; test de salto vertical: salto en sentadilla con un ángulo de 90º (SJ) y de 120º (SJM), salto con contramovimiento (CMJ) y salto con caída de 50 cm (DJ); una repetición máxima (1-RM) y potencia (POW) al 30%, 45%, 60%, 70% y 80% de 1-RM en media sentadilla; y fuerza isocinética concéntrica (FIC) de los flexores y extensores de la cadera a velocidades de 60º¿ s-1, 180º¿ s-1, 270º¿ s-1 y 450º¿ s-1. Se realizó un estudio fotogramétrico de la técnica de carrera en la fase de aceleración (tres primeras zancadas) en el instante de contacto (Tdown) y de despegue (Toff), y de la fase de máxima velocidad (45 m) en los instantes Tdown, apoyo medio (Tmid) y Toff. También se realizó un estudio antropométrico. Para conocer las diferencias intra-grupos se realizó un T-test para muestras relacionadas. Para determinar las diferencias inter-grupos se realizó un T-test para muestras independientes. Resultados: en el GE se observaron diferencias estadísticamente significativas en: la disminución del tiempo y el aumento de la velocidad media en la fase de transición (15-30 m); el aumento de la inclinación del tronco en Tdown en la fase de aceleración, el aumento de la amplitud de zancada y de la distancia de aterrizaje, además de diferentes variables cinemáticas relacionadas en Tdown y Tmid, en la fase de máxima velocidad; el aumento de la 1-RM y POW al 45% y 70% de 1-RM; la mejora de la FIC de los flexores de cadera a 180º¿ s-1 y 270º¿ s-1 en valores absolutos y a 180º¿ s-1 relativos al PC; así como un incremento en la fuerza máxima aplicada durante los primeros 100 ms desde el comienzo del SJM. En el GC se produjeron las siguientes modificaciones estadísticamente significativas: una disminución del tiempo y un aumento en la velocidad media en la fase de máxima velocidad (30-50 m); en la fase de aceleración, un incremento en la velocidad angular de la rodilla libre, en la fase de máxima velocidad, una disminución de los tiempos de contacto y un aumento en la inclinación de tronco en Tmid, además de diferentes modificaciones cinemáticas relacionadas con dichas variables en los tres instantes; una mejora de la 1-RM y la potencia al 30% de 1-RM; un incremento de la FIC de los flexores de cadera en todas las velocidades, para los valores absolutos, y a las velocidades de 60º¿ s-1 y 180º¿ s-1 relativos al PC; una mejora de la potencia pico al realizar un SJM; así como una tendencia a la significación en la rigidez vertical (p = 0.081). Tan sólo se han encontrado diferencias estadísticamente significativas inter-grupos para las variables tiempo de contacto y fuerza máxima aplicada durante los primeros 100 ms desde el comienzo del SJM. Discusión: los resultados parecen indicar que el GE mejora el rendimiento en la fase de transición, mientras que el GC lo mejora en la fase de máxima velocidad. El entrenamiento resistido produce una mejora en la 1-RM que junto a las modificaciones en la configuración del atleta en las distintas fases (aumento de la distancia de aterrizaje, acompañado de un aumento de la amplitud de zancada) orienta las mejoras hacia un incremento en el rendimiento en la fase de transición del sprint. El entrenamiento del GC, además de mejorar la 1-RM, produce mejoras en la rigidez vertical, por un posible aumento de la coordinación inter-muscular. Este incremento influye positivamente en la reducción de los tiempos de contacto, que inciden de forma directa en un aumento en el rendimiento de la fase de máxima velocidad del sprint. Conclusiones: el entrenamiento a corto plazo con entrenamiento resistido en atletas entrenados produce adaptaciones cinemáticas y cinéticas similares a las del GC. Sin embargo, el reflejo a corto plazo en el rendimiento es diferente. El GE lo mejora en la fase de transición, mientras que el GC lo mejora en la fase de máxima velocidad. Estas mejoras se producen por un aumento de la amplitud de zancada en el GE, y un descenso de los tiempos de contacto y un aumento de la rigidez vertical en el GC.Actividad Física y DeporteTerapia y Rehabilitació