La literatura infantojuvenil actual parte de un diálogo hipertextual con el discurso literario y de los estudios de género, entre otros tópicos. La Cenicienta que no quería comer perdices está escrito a cuatro manos: Myriam Camero Sierra (ilustradora) y Nunila López Salamero (cuentacuentos). Ana María Matute escribe acerca de este libro: “Un cuento nuevo para nuevas generaciones”