Muchos psicólogos conductistas creen que los hombres y las mujeres usan el lenguaje de diferentes maneras. El pensamiento convencional es que las mujeres usan el lenguaje para fomentar las relaciones personales mientras que los hombres aspiran a la posición social, con una tendencia a ser más confrontacional. Pero la evidencia es difícil de conseguir debido al reto de reunir y analizar objetivamente los grandes corpus del lenguaje hablado y escrito. Lo único que ha cambiado en los últimos años gracias a la nueva ciencia de análisis de sentimientos (Emotional Data Mining). Esto se basa en la creación de grandes bases de datos en el que las palabras están marcados como positivo o negativo y asociadas a una de las ocho emociones fundamentales: la alegría, la confianza, el miedo, sorpresa, tristeza, disgusto, la ira y la anticipación. Es entonces una cuestión relativamente sencilla de extraer datos de un corpus de textos digitales para ver qué emociones dominan. Un número creciente de empresas están utilizando este tipo de análisis para controlar las emociones asociadas con los tweets acerca de sus productos
