Análisis sobre la cobertura de prensa de los XII Juegos Panamericanos de Mar del Plata, de Marzo 1995

Abstract

Tesis (Licenciado en Periodismo)Durante las últimas décadas, el mundo ha sido testigo de una de las revoluciones más importantes de la historia humana; se trata de los profundos cambios en el amplio campo de las comunicaciones. Si bien su trascendencia aún parece difícil de cuantificar, lo cierto es que paulatina y obligadamente hemos debido acostumbrarnos a vivir con ella. El planeta se ha reducido. El flujo de información no parece tener fronteras y logra trascender cualquier latitud por distante que esté. Todos los ámbitos del quehacer social son parte de este océano de información, que es capaz de conectar los puntos más lejanos del planeta en cosa de segundos. Dentro de la múltiples actividades sociales que el hombre realiza, el deporte no está al margen de esta interconexión multimedia. Por el contrario, seguramente es esta disciplina el deporte una de las protagonistas en este fenómeno de unir a los pueblos. Los juegos Olímpicos, como espectáculo que reúne a muchas de las disciplinas deportivas, es la más importante de las competencias multidisciplinarias a nivel mundial. Por su condición de unir a todos los países del planeta, constituye un parámetro excesivamente alto para determinar y analizar la realidad competitiva del deporte chileno. Aunque parezca demasiado rotundo y lapidario, competitivamente hablando, el deporte chileno no tiene cabida en los juegos Olímpicos. Es por ello que como torneo, los juegos Panamericanos constituyen el mejor parámetro para evaluar nuestras potencialidades deportivas y ver aquello que debemos mejorar. Si bien Chile ha sido capaz de ingresar a los grandes mercados internacionales con un crecimiento y desarrollo reconocido a nivel mundial, perfilándose como líder en Latinoamérica, el medio deportivo nacional se ha marginado de este proceso modernizador y competitivo. En nuestro país no hemos sido capaces de integrar en un modelo sistémico a todos los sectores involucrados en el deporte. "...la mayoría de los estudian tes chilenos de enseñanza básica y media tienen una educación física y una actividad deportiva escolar deficientes, que no cumplen adecuadamente con los objetivos fijados en los planes y programas de estudio...". No resulta irresponsable afirmar, entonces, que el deporte ha crecido de manera disímil al resto de los sectores del ámbito nacional. en Chile durante años, es la de considerar al deporte como mera entretención. Esta concepción parcial es la que nos distingue de los países avanzados. En esas sociedades el deporte se desarrolla al ritmo de sus economías, es parte de un modelo integrador en que están directa o indirectamente ligados la cultura, educación y salud. En otras palabras, el soporte que nos falta implementar, por que está más en el discurso, es el de deporte y calidad de vida. "En Chile, alrededor dellS% de los mayores de 8 años de edad practica deportes con una frecuencia desde dos veces por semana hasta diariamente. Un 23% adicional practica deportes esporádicamente hasta una vez por semana. En Canadá el 56% de los mayores de 10 años practica deportes; en España el 3 5%; en Francia el 49% y en Alemania el 44% ". Son tantos los intereses económicos que hoy están en juego, que el deporte ha pasado a ser una actividad que requiere de profesionales especialistas. Quizás se ha convertido en el quehacer más atractivo de las sociedades modernas. Los datos de audiencias televisivas y de inversión económica de los Campeonatos Mundiales de Fútbol y juegos Olímpicos, son el reflejo de un fenómeno que creemos exige un periodismo de alto nivel. En audiencia acumulada, la Copa dell\1undo de Fútbol de 1994 en Estados Unidos, alcanzó 31,2 mil millones de personas, mientras que para el Campeonato Mundial de Fútbol de 1998 que se disputará en Francia, se estima una audiencia de 3 7 mil millones de espectadores e ingresos por 810 millones de francos. Por su parte, los juegos Olímpicos de Atlanta 1996, totalizaron 19 mil millones de televidentes. Lo anterior se ve corroborado también con la realidad chilena actual. Los más altos raitings televisivos son alcanzados por los espectáculos deportivos y los espacios de televisión (noticias y otros) destinan largos minutos a la información del deporte. Algunos ejemplos. En octubre de 1996 el partido entre las selecciones de Paraguay y Chile por las eliminatorias para Francia 98, alcanzó el 52% de audiencia (TVN); en septiembre de 1996 el encuentro tenístico entre l\1arcelo Ríos y l\1ichael Chang totalizó un 35% de audiencia (UCTV), mientras que la transmisión de la Copa Davis entre Chile y Perú (en el mismo mes) marcó 26% de preferencia (UCTV); en octubre del mismo año, el partido entre Coquimbo y Colo Colo por el Campeonato de Fútbol Nacional, marcó 41% de sintonía (TVN). En la prensa escrita, ni por vanidad ni por azar, las secciones deportivas durante varios días de la semana son las más extensas y son las que ocupan las páginas centrales de los diarios. A modo de ejemplo, en una medición efectuada durante junio de 1990, el diario El Mercurio le entregó a la sección deportiva el 24,96% del espacio total del diario, mientras que la internacional llegó al 18.54% y la política nacional marcó 8.73%. En el diario La Tercera, a la sección deportiva se le destinó el 26,29%, a la política nacional 23,79% y a economía el 14,29%. El diario La Nación dio al deporte el 33,99% del espacio total, a la sección internacional el 13,62% y a política nacional el 12,21%. En las radios, los programas deportivos tienen a lo menos dos emisiones diarias de una hora cada una. Tal es el caso de los programas "Más Deporte" de Radio Nacional, "Viva el Deporte" de Radio Agricultura, "La Chispa del Deporte" de Radio Chilena, "Estadio en Portales" de Radio Portales, "Al Aire Libre" de Radio Cooperativa, "Deporte Total" de Radio l\1inería, entre otros. Esa realidad la consideramos como una inmensa fortaleza del tema deportivo. Es cierto, sin embargo, que de esos espacios el fútbol debe ocupar al menos un 70% de ellos, lo que desde una perspectiva global el fenómeno también podría ser visto como una debilidad. Una interrogante, por tanto, es por qué esos espacios no son mejor aprovechados para promover otros deportes, ello en un nivel de alta calidad. De esa forma, el periodismo deportivo podría cumplir mejor con la máxima de informar, entretener y educar

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