Tesis (Kinesiólogo)El cuerpo ha sido un concepto clave que ha sido abordado desde múltiples disciplinas. Entre ellas la medicina, terapia ocupacional, fonoaudiología, psicología, enfermería y la kinesiología, entre otras. Por lo tanto, reconoceremos que el cuerpo comprende una multiplicidad de miradas que pueden, o no, relacionarse entre sí, generando formas de mirar y comprender que, en definitiva, influye en el hablar, en el mirar y en el trabajar sobre el cuerpo. La kinesiología ha centrado su foco en el cuerpo, tradicionalmente desde el punto de vista biomecánico, ya que este enfoque ha podido legitimar históricamente las prácticas de la profesión de la mano de un modelo biomédico y de conocimientos anatómicos, fisiológicos, físicos y bioquímicos que ayudaron a posicionar con firmeza a la profesión dentro del área de la salud y rehabilitación (Nicholls y Gibson, 2010). Sin embargo, estos aspectos no tributan a la totalidad de elementos que comprende toda la complejidad del cuerpo y el quehacer kinésico. Según el carácter polisémico del cuerpo, reflejados en el quehacer kinésico es posible visualizar los elementos que han sido potenciados desde las ciencias objetivas (prácticas basadas en la evidencia, análisis biomecánicos, escalas de valoración cuantificables) y otros que han sido sub-teorizados (emociones, relaciones de poder, entre otros). Para llevar a cabo este proyecto de investigación se utilizó una aproximación fenomenológica, método que tiene como fin comprender los significados profundos de las personas frente a un fenómeno en particular (Shaw & Connelly 2012:399). Esto dentro de un paradigma interpretativo, que busca comprender la realidad de un fenómeno, en este caso del concepto de cuerpo, a través del relato de una persona que experimenta con él en su trayectoria y quehacer profesional.
Para entender y construir el significado de cuerpo, utilizaremos el contexto teórico provisto por la perspectiva del “embodiment”, término que se construye desde perspectivas filosóficas, fenomenológicas, sociológicas y antropológicas
El embodiment lo entenderemos desde tres dimensiones: 1) conciencia de la realidad objetiva de la persona en relación a su condición de salud, en este caso, cómo el terapeuta entiende, desde el punto de vista fisiológico, biomecánico, biológico, el cuerpo del usuario; 2) orientación hacia el significado subjetivo de las experiencias de la salud y enfermedad, es decir, considerar la percepción personal del usuario acerca de su condición, y sus objetivos con relación a su terapia; 3) consideración de instituciones sociales que influyen en las experiencias de las personas, en otras palabras, que el terapeuta entienda que el contexto del usuario influye en la experiencia vivida, para ejemplificar: la influencia de una institución social podría demostrarse en la atención en una clínica versus en un hospital, generando distintas expectativas en la persona, dígase tiempo o calidad de atención, otro ejemplo podría ser la situación familiar o del hogar, quizás el usuario no tiene el apoyo adecuado. Estos casos modifican la experiencia y los significados de las personas. Estas tres dimensiones cuando se consideran en conjunto ofrecen una forma de ver más integral respecto a cómo las personas experimentan la salud y la enfermedad (Nicholls y Gibson, 2010).
El enfoque fenomenológico constituye una perspectiva metodológica que nos permite asumir el tratamiento de temáticas que son parte de la experiencia vivida de cada uno de nosotros