La doctrina de la imposibilidad del error total (DIET) sostiene que todo error
en el que pueda incurrir el entendimiento es solo parcial, toda vez que la razón y el entendimiento no pueden
contradecir los principios gracias a los cuales es posible el mismo juicio. El horizonte interpretativo que surge de la
DIET ofrece una posible pauta de lectura de la división de la lógica trascendental en una lógica de la verdad
(analítica trascendental) y en una crítica de la lógica de la ilusión (dialéctica trascendental). La concepción de la
verdad trascendental en virtud de la cual es posible toda ulterior verdad empírica, así como toda predicación de
verdad o falsedad en un juicio, muestra la plena compatibilidad de la analítica trascendental con la DIET. Sin
embargo, no ocurre lo mismo con la dialéctica trascendental, no solo porque en ella se pone de manifiesto una
connatural e inevitable apariencia ilusoria trascendental de la razón, sino porque en su forma más extrema dicha
apariencia ilusoria adopta la forma de un conflicto de la razón consigo misma: la antinomia de la razón. La
propuesta para evidenciar la estrecha compatibilidad entre la DIET y la idea de mundo a partir de la cual se genera
dicha antinomia, es mostrar que se trata de un conflicto sólo aparente y que el vínculo con el principio regulativo
del uso empírico del entendimiento de todas las ideas cosmológicas apela al principio de la concordancia de la
razón consigo misma, el cual cimienta la exigencia normativa de no contradicción de sus principios al explicitarse
como un principio doctrinal que deroga el principio dialéctico. En la medida en que la DIET es la expresión de una
profunda confianza en las posibilidades de la razón humana, su estudio a partir del caso específico del conflicto de
la antinomia de la razón permite acceder a una comprensión de la KrV como un ejercicio autorreflexivo, dialógico y
crítico de la razón, mediante el cual esta se reconoce como fuente de verdad, pero también de error. Bajo el
enfoque que proporciona la DIET problemas como el error y la apariencia ilusoria que Kant sitúa en el juicio,
adquieren un significado más hondo y permiten comprender los aspectos comunes y diferenciales que su
explicación ofrece respecto al conocimiento empírico y a la metafísica, descubriendo un importante nexo entre un
ámbito y otro a partir del estudio de temas como la apparentia, la subrepción, el criterio externo de la verdad, los
juicios provisionales, los prejuicios y la relación de estos con la reflexión y la investigación trascendentales