El argumento central de este artículo postula que la nación es producto del nacionalismo y resultado de un complejo proceso sociopolítico, indeterminado tanto en su eventual éxito y cuanto en su orientación política e ideológica específica. Debe atenderse, por tanto, a las modalidades, apoyos y dimensiones de la movilización nacionalista, más que a las raíces históricas de su hecho diferencial, en busca de las claves que expliquen su presencia. Consecuentemente, los modelos centrados en la construcción político-ideológica de las identidades colectivas, a partir del análisis de la movilización política y del discurso, permiten superar tanto el descriptivismo inductivo propio de buena parte de la bibliografía historiográfica sobre la cuestión, cuanto la autocomprensión ideológica nacionalista como emanación necesaria de una base natural preexistente: la nación étnicamente definida.S
