Sánchez Nieto, María Teresa

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Repositorio Documental de la Universidad de Valladolid

Hermēneus. Revista de Traducción e Interpretación Núm. 9 - Año 2007Dorothy Kelly, A Handbook for Translator Trainers, Manchester, St. Jerome Publishing, 2005,  173 pp.María Teresa SÁNCHEZ NIETOUniversidad de ValladolidDorothy  Kelly  es  profesora  titular  en  la  Facultad  de  Traducción  e  Interpretación  de  la Universidad de Granada (España) y directora del  grupo de investigación AVANTI. Fruto de su dilatada  experiencia  docente  en  los  estudios  de  Traducción  e  Interpretación  es  la  obra  que reseñamos,  una  interesantísima  aportación  a  la  Didáctica  de  la  Traducción  que  aúna  diseño sistemático con una fácil y agradable lectura.El  objetivo  de  la  obra,  como  la  propia  autora  define,  es  ayudar  a  toda  aquella  persona implicada en la enseñanza de la traducción a diseñar su docencia.Así  pues,  los  lectores  a  los  que  va  destinada  la  obra  son  todo  tipo  de  formadores  de traductores, o, dicho de otro modo, todo tipo de responsables implicados en la programación o el diseño dentro de la enseñanza de la traducción,  tenga ésta lugar en contextos académicos o de formación de profesionales. Se trata éste de un planteamiento ambicioso por su carácter integrador, dada la disparidad de orígenes de los docentes de traducción,  como la misma autora reconoce: traductores, profesores de lenguas y docentes del mundo académico de los Estudios de Traducción.El libro se centra únicamente en la docencia de la traducción y no de la interpretación, puesto que, como afirma Kelly, “the specificities of the interpreting professions and training for them merit separate treatment in a sister publication” (p. 1).La organización de los capítulos revela la propia filosofía de la obra,  ya que responde al esquema que la autora entiende ha de subyacer a cualquier “acto de programación”. En el primer capítulo (“Setting the Scene”) se aborda la identificación de las necesidades sociales y de mercado que constituyen la raíz de la programación docente. En el segundo capítulo (“Planning and Writing Objectives/Outcomes”),  Kelly  pone  de  manifiesto  cómo  el  contexto  social,  la  profesión  del traductor y las consideraciones de los estudios de traducción como disciplina académica modelarán en un sentido u otro los resultados de aprendizaje hacia cuya consecución se orientará el contenido de nuestra programación. El tercer capítulo (“Participants in the Training Process: Trainees and Trainers”) está dedicado a la identificación del perfil del estudiante y de sus necesidades, sin olvidar –y he aquí un mérito de la obra– las necesidades de los propios docentes. El cuarto capítulo, titulado “Curricular Content”, lo dedica a las consideraciones que han de hacer los programadores a la hora de concretar el contenido curricular del programa de que se trate, y a los factores que influyen en - 1 -Hermēneus. Revista de Traducción e Interpretación Núm. 9 - Año 2007tales decisiones; la autora propone analizar cuatro casos concretos, entre ellos el plan de estudios de la  actual licenciatura  española en traducción e  interpretación; finalmente,  Kelly expone algunas reflexiones  personales  sobre  las  principales  áreas  de  la  competencia  traductora  y  el  papel  que podrían tener en diferentes contextos de enseñanza. El quinto capítulo, muy interesante en nuestra opinión (“Resources Old and New”), trata de la localización de recursos, entre los que la autora entiende también la formación de formadores (si  bien éste será el  objeto de un capítulo aparte, concretamente el último de la obra). Otros recursos comentados por la autora son el medio físico, los recursos tradicionales (aulas,  libros de texto, etc.),  las nuevas tecnologías, los programas de movilidad y las prácticas de traducción. “Method: Teaching and Learning Activities” es el título del sexto capítulo, que, sin ofrecer “recetas” de actividades concretas, sí recoge las reflexiones de Kelly en torno a los factores que influyen en el diseño de las mismas: tipos de ejercicios o actividades, trabajo en grupo / en equipo, actividades en el aula y fuera de la misma, apoyo y tutela. El séptimo capítulo (“Sequencing”) forma en realidad una unidad con el anterior. En esta ocasión se repasan cuestiones generales relativas a la progresión didáctica, como p. ej. si la enseñanza ha de comenzar por la teoría o por la práctica, o si las destrezas lingüísticas han de adquirirse antes o durante la formación en traducción. Una cuestión que cobra especial relevancia aquí es la de los criterios para la selección de textos para los ejercicios de traducción. Un capítulo a nuestro parecer esencial en la obra es el octavo (“Assessment”), en el que la autora aborda todos los frentes de la evaluación: el tipo de evaluación (inicial,  sumativa,  formativa),  los principios de la  evaluación centrada en el alumno, métodos novedosos de evaluación (entre compañeros, el portfolio), la asignación de notas con arreglo a la norma o a criterios y la formulación de criterios de evaluación. Tampoco se deja de lado la evaluación del programa, que constituye la base para la mejora de la calidad de todo el proceso  de  enseñanza-aprendizaje.  El  último capítulo  (“Training  the  Trainees”)  se  centra  en  la necesidad, esencial en muchos contextos, de que los formadores de traductores reciban a su vez formación de compañeros más expertos; Kelly explicita su concepto de “competencia formadora”, hace un repaso a grandes rasgos de la bibliografía existente sobre el tema y de los programas de formación de formadores existentes en la actualidad.Hemos  comentado  aquí  la  organización  vertical  del  libro.  Por  lo  que  se  refiere  a  la organización trasversal, nos gustaría detallar en qué consiste la particular “metodología de manual” de la obra de Kelly.En primer lugar, y de manera consecuente con la relevancia de los objetivos en cualquier sistema de programación, cada capítulo detalla en un recuadro inicial cuál va a ser el contenido del mismo y qué será capaz de hacer el lector del libro tras trabajar ese capítulo. Lo anterior es una clara señal de que nos encontramos ante una obra con una evidente orientación hacia el lector, y que no se trata de una exposición impersonal de opiniones o de contenidos.Esta afirmación viene corroborada por otro aspecto importante de la metodología que adopta Kelly: la existencia de mini-tareas, señaladas mediante recuadros sombreados que destacan del resto del texto. En estas tareas el lector tiene que reflexionar sobre las cuestiones planteadas por la autora desde la perspectiva de su contexto particular de programación.Otro aspecto que subraya la coherencia de la obra es la repetición al principio de cada capítulo del esquema de programación que Kelly propone al inicio del manual, marcando gráficamente en cada caso en qué fase del proceso / del esquema nos encontramos.- 2 -Hermēneus. Revista de Traducción e Interpretación Núm. 9 - Año 2007Cada capítulo se cierra  con una bibliografía esencial  para  profundizar,  en caso de que se desee,  en los  aspectos  tratados  en el  mismo.  Al  final  del  libro  existe  una bibliografía  general, escogida entre las numerosísimas aportaciones sobre didáctica de la traducción, que comprende las referencias que la autora considera especialmente relevantes.El libro de Kelly, como la propia autora indica en la introducción, permite una lectura de principio a fin, pero también por capítulos separados, en función de los intereses particulares y de las circunstancias de cada lector.No querríamos concluir este comentario sin unas observaciones generales sobre la obra que reseñamos: Se trata de un libro poco voluminoso (173 páginas) que, no obstante, puede tener una lectura dilatada y densa, sobre todo si lo utilizamos como herramienta de trabajo y aceptamos el reto que nos propone la autora: que nuestra lectura sea a la vez una reflexión sobre nuestro contexto particular de enseñanza-aprendizaje, que tomemos notas, que escribamos nuestras opiniones, que hagamos los “ejercicios” que ella nos propone. De aceptar este reto, nuestra lectura será realmente provechosa.Destaca también el tono amigable en el que está escrita la obra. Las actividades en las que la autora se dirige directamente al lector ayudan a que el libro se entienda de hecho como un diálogo entre compañeros. Creemos que este es un mérito nada desdeñable de la obra de Kelly.Finalmente,  queremos  indicar  que  A Handbook  for  Translator  Trainers,  sin  perjuicio  de convertirse  en  una  herramienta  de  carácter  universal  dentro  del  mundo  de  la  formación  de formadores de traductores y de la didáctica de la traducción, resultará especialmente interesante para aquellos formadores de traductores que trabajan en el ámbito académico español, puesto que la autora lo conoce a la perfección y son abundantes las referencias al mismo.Todo lo anterior sirva para recomendar la lectura de esta magnífica obra a todas aquellas personas  interesadas  en  didáctica  de  la  traducción,  puesto  que  lo  pasarán  bien  y,  sin  duda, aprenderán.- 3 -

Dorothy Kelly, A Handbook for Translator Trainers.

https://uvadoc.uva.es/bitstream/10324/26160/1/Hermeneus-2007-9-DorothyKelly.pdf

Dorothy Kelly, A Handbook for Translator Trainers.

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