Las migraciones y la movilidad poblacional han hecho surgir la necesidad de contar con servicios de interpretación en los hospitales, para enfrentarse a situaciones en que médico y paciente no usan el mismo idioma. El intérprete profesional ofrece claras ventajas sobre otras formas habituales de interpretación, como la colaboración de familiares bilingües o intérpretes voluntarios no cualificados, aunque razones de índole económica enfrían el entusiasmo de las administraciones públicas para su efectiva dotación. Por otra parte, las dificultades que conlleva disponer de intérprete en cualquier momento y lugar son satisfactoriamente resueltas por los servicios de interpretación telefónica